
El proyecto innovador trabajará para dar a los agricultores las claves que necesitan para cultivar leguminosas de consumo humano como judías, habas, lentejas y garbanzos. Pues, tal y como destacamos en nuestras campañas de «legumbres de calidad del país: son sanas y sostenibles», las legumbres:
- Juegan un papel importante en la fijación del nitrógeno en los suelos, ayudando a equilibrar el ciclo del nitrógeno, que se ha visto alterado , debido al aumento del uso de fertilizantes nitrogenados que han supuesto las nuevas prácticas agrícolas intensivas. De este modo, reducen las emisiones de gases nocivos y de efecto invernadero, como son el NH3, el N2O y los NOx, y la contaminación de las aguas por lavado de los nitratos aportados en exceso en la fertilización.
- Evitan la erosión del suelo y mejoran sus características físico-químicas, manteniendo así su fertilidad y promoviendo la microbiodiversidad.
- Cuentan con una huella reducida de desperdicio alimentario, huella de carbono e hídrica ya que no requieren de grandes aplicaciones de agua y energía en su producción, transporte y almacenamiento, son fácilmente almacenables y tienen una alta eficacia en el aprovechamiento del agua.
Esto hace que las legumbres sean un aliado imprescindible para mitigar el cambio climático, a nivel local y global. Esto ha sido reconocido por la ONU, la FAO y la Unión Europea, que potenciará su cultivo en la nueva Política Agraria Común (PAC) y la Estrategia de la granja a la mesa, fomentando prácticas como la rotación de cultivos. Así, consideramos que España no debe quedarse atrás e incrementar su producción para satisfacer sus necesidades alimenticias.
Durante las últimas décadas, muchas tierras de cultivo se han dedicado a alimentos como la cebada, el trigo o el maíz, siendo escasa la presencia de otros cultivos como las leguminosas. El proyecto que ahora comienza tiene como principal objetivo el de mejorar la viabilidad de las explotaciones agrarias dedicadas a la producción de cultivos herbáceos de amplias zonas del territorio nacional, sobre todo de la zona centro y los valles del Duero y del Ebro, con distintas actuaciones en función de las zonas productivas.
El proyecto trabajará con agricultores de las zonas referidas realizando cultivos de leguminosas y analizando después su productividad, el estado de los suelos, los costes de producción y la rentabilidad obtenida. También se investigarán variedades que resulten interesantes para los agricultores y los consumidores, proponiendo soluciones tanto a problemas agronómicos como de comercialización.
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