El Comedor Electoral

El debate sobre los comedores escolares suele ser un tema invisibilizado en las campañas electorales. En un momento en el que se decide el futuro en 12 comunidades autónomas, invitamos a los/as responsables políticos a ver este vídeo, leer nuestras demandas y comprometerse a ir a un colegio de su autonomía, una vez hayan sido elegidos/as, para conocer su realidad y transformar el actual modelo para que en los colegios, los niños y las niñas de toda España puedan alimentarse de forma saludable, sostenible y justa.

¡Su futuro está en vuestras manos!

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Tras la pandemia de Covid-19 siguió de inmediato la guerra en Ucrania, provocando una crisis en el coste de vida de muchas familias en toda España. Esto ha llevado a niveles vertiginosos de inseguridad alimentaria, planteando serias preocupaciones acerca de cómo la calidad nutricional de las dietas se ve afectada y el consiguiente impacto en la salud de las personas a largo plazo.

Defender la realidad del "Derecho a la alimentación" en España supondría ayudar a que nadie, en nuestras comunidades, pasara hambre. Para ello, es necesario que haya voluntad política y se tomen medidas para evitar barreras en la disponibilidad y el acceso a los alimentos y abordar de forma seria y urgente la crisis de inseguridad alimentaria en España, que de acuerdo a las conclusiones del estudio Alimentando un futuro sostenible. Estudio sobre la inseguridad alimentaria en hogares españoles antes y durante la covid-19, realizado por la Universidad de Barcelona en 2020-2021, afecta a cerca de 2,5 millones de hogares españoles (un 13,3% de la población). Estas cifras en la actualidad son probablemente más elevadas, ya que los bancos de alimentos han visto este aumento en la inseguridad alimentaria reflejada en una demanda sin precedentes de sus servicios en 2022 y lo que llevamos de año.

Esto supone un problema creciente y urgente en España, y los enfoques actuales para abordarlo se centran en las soluciones tradicionales, como el aumento en la intensificación de la producción de alimentos, con enormes impactos negativos a nivel ambiental y social.

¡Algo tiene que cambiar!

Es necesario sensibilizar y generar apoyo público para poner en marcha nuevos enfoques que aborden la inseguridad alimentaria desde una perspectiva socio-ecológica. Es la respuesta a muchas crisis que estamos viviendo actualmente, pues como indica la evidencia científica, no alcanzaremos el objetivo de 1,5ºC sin un cambio en nuestras formas de producción y consumo de alimentos, de forma que no dejemos a nadie atrás.

¡Todo el mundo debe poder permitirse alimentos saludables y sostenibles!

Como asociación que tiene por objetivo hacer de la restauración colectiva y social más sostenible en nuestro país y Europa, como un reflejo del sistema alimentario, sabemos que el hambre, la pobreza depende de la voluntad política. Por ello, instamos a los/as responsables políticos a todos los niveles a cumplir las siguientes seis demandas:

Garantizar el derecho a la alimentación. Una buena alimentación también debe garantizar que todas las personas tengan acceso a alimentos nutritivos. Desatender uno de los pilares que sustentan la vida va en contra de los derechos humanos y de nuestra Constitución, tal y como indica el artículo 43 sobre derecho a la protección de la salud. Por ello, exigimos, adoptar un enfoque holístico e integral, es decir, adoptar un enfoque que incluya todas las políticas a nivel educativo, sanitario, urbanístico, etc.

Introducir medidas fiscales para que las opciones saludables sean las más asequibles. Subsidiar los productos saludables, como las frutas, verduras y legumbres, y gravar los no saludables, como los productos ultra-procesados, sería una medida sensata que podría permitir a las personas consumidoras a cambiar a productos más saludables sin incurrir en costes adicionales, al mismo tiempo que se previene el desarrollo de enfermedades crónicas, como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer y, por tanto, aliviar los sistemas de salud públicos. Dentro de esta medida, consideramos que también es necesario restringir la publicidad y promociones de alimentos poco saludables para niños y niñas.

Ampliar y fortalecer el programa de becas de comedor. En España, un 33% de niños y adolescentes están en riesgo de pobreza y exclusión social. La comida en la escuela representa más del 50% de la ingesta energética de muchos alumnos y alumnas. En España, las ayudas al comedor escolar sólo alcanzan al 11,2% de niños y niñas en la educación obligatoria. Una cifra mínima si se quiere cubrir al 27,4% que viven en la pobreza. Por ello, garantizar a los niños y las niñas una comida caliente y nutritiva a la hora de la comida podría ayudar al alumnado de familias con menos recursos a mejorar su nutrición y su rendimiento académico.

Ampliar el Plan Escolar de Frutas y Verduras a todos los niños y niñas en edad escolar, ya que este Plan puede utilizarse para reducir las desigualdades en el acceso a frutas y verduras frescas entre los niños y niñas e introducir la educación alimentaria en los planes de estudio.

Garantizar la calidad de todos los servicios de comedor, independientemente de si están situados en la ciudad o en poblaciones rurales, adaptando el modelo a las necesidades existentes.

Fomentar una compra y contratación pública alimentaria saludable y sostenible en todas las escuelas, de acuerdo con la Ley 9/2017 de Contratos del Sector Público. La compra pública alimentaria responsable es quizás la política que tiene mayor impacto a la hora de fomentar la alimentación sostenible y saludable, reduciendo sesgos y democratizar el acceso de los grupos sociales más vulnerables a estos consumos a través de los servicios públicos. Para conocer sobre los criterios obligatorios (mínimos) que defendemos, pueden leer este Manifiesto.